martes, 8 de septiembre de 2009

Atsui ne! (calor eh!)

A partir de este relato, escribo desde Ushuaia nuevamente, Okinawa está muy lejos de mi, aunque siento cada recuerdo bien adentro mio.

Lo mencioné en el relato anterior, por lo tanto voy a explayarme un poquito más acerca de un tema "casi candente"...
el calor que pasamos ("sufrimos" sería la palabra apropiada) en Okinawa.

Debo comenzar por el principio, osea cuando llegamos a destino...

La verdad, después de 10 años (mi primer viaje a Okinawa, fue en esa misma época) no recordaba que el calor fuera un problema, pero tan pronto como crucé la puerta de salida del aeropuerto de la ciudad de Naha, se me ACALORÓ (en lugar de "refrescó") la memoria.

Fue como un "tsuki gigante" (uchichi tsuki) que nos golpeó de cuerpo entero y eso que eran las 21hs. aproximadamente, ya de nochecita.

En esas primeras horas en Okinawa, tuvimos algún pequeño contratiempo, que a esta altura imaginarán, describiré en un futuro...esperemos no demasiado lejano.
Pero nuestro único agente de bienvenida, el calor, lejos de aflojar quería demostrarnos que podía llegar más lejos, a pesar de que la noche avanzaba y ya estaba instalada en Naha City.

Como a las 3 de la mañana, ya dentro del departamento del primer piso del dojo, nos fuimos a descansar...

no pudimos dormir gracias a nuestro amigo "ausencia de frío", por lo cual a las 6 de la mañana, nos levantamos y nos fuimos a practicar Karate Do (qué ibamos a hacer? somos karatekas y a eso fuimos) .
Si lo miramos desde el "punto de vista positivo", no necesitamos tanto tiempo como en Ushuaia para "entrar en calor"...de hecho queríamos "salir" en lugar de "entrar" en calor.

Terminado nuestro primer entrenamiento, ya cerca del medio día almorzamos con sensei Arakaki una "Soba" (que estaba buenísimaaaa!) en un pequeño local de la esquina, que es atendido desde hace tiempo, por una señora de unos "setenta y tantos" años, como mínimo.

La "soba de Okinawa" es uno de los platos mas populares de la isla y es, ni más ni menos,
una sopa de fideos de harina de trigo con carne de cerdo, si, si...con mas de 35ºC, estabamos comiendo sopa después de entrenar...jeje.

No dejamos de transpirar en todo el día, el primero de varios o casi todos, hasta el día del tifón al menos (si, si, otra historia más). No recuerdo si el primer o segundo día, cuando subimos al auto del sensei, el termómetro marcaba los 40ºC!!!! ...si eso no es una cálida bienvenida, las cálidas bienvenidas ¿dónde están?

La cosa, en nuestra casa por lo menos, aflojó recién cuando llegó "Él".
Lo bautizamos "El Dios ventilador" (religiosos perdonen la blasfemia, pero si no sufrieron el calor subtropical de Okinawa, ni opinen por favor) , era un ventilador compuesto de 3 ventiladores que giraban en todas las direcciones...al menos, removía el calor de un lado al otro de nuestro hogar okinawense. De noche dormíamos todos alrededor, quien osaba alejarse en busca de algo de espacio y comodidad, regresaba arrepentido y sudado por demás.

Salir a caminar fuera del horario de entrenamiento, era casi una travesía por el desierto, comprar algo frío para beber, nos obligaba a tomarlo rápidamente, si es que queríamos disfrutarlo como "fresco", ponernos el Karategui cada día, a eso de las 19hs con el calor abrasador, era muy molesto.

En general, yo usaba una toalla húmeda en la cabeza y otra seca en el cuello, para tratar de absorber parte de la transpiración permanente, pero la verdad, me duraban poco. Los okinawenses lo mismo, toalla como bincha o en el cuello, tratando de paliar un poco "la calor".

Los días que podíamos ir a la playa, hasta el agua de mar estaba caliente, algunos pensarán "qué lindo, agua calentita!"...noooo muchachos y señoritas, cuando hace muuuucho calor no te gusta el "agua calientita" (como diría Pity Alvarez) sino "agua fresquita"...
y en Okinawa, no existe ni en los grifos!!!

Les digo más, Patricio confesó el último día lo siguiente:
"si te digo que una madrugada, cuando no podía dormir del calor, metí la cabeza dentro del freezer...me crees?"...
Si Pato, yo...te creo!

Asíque ya saben, si van a Okinawa en verano, no lleven campera de plumas.

Mis "no tan cálidos" saludos para ustedes.


1 comentario:

  1. Dios Ventilador ! Ohhhh ... eso es un dios, no como los otros que no se ven ni se sienten. Me imagino el "sauna" diario .. la verdad debe ser insoportable ! Me queda una duda, en algún momento se bañaban ? entiendasé agua, jabón, champu ... por que no dice nada el relato sobre la higiene ! jajajajaja .. es una bromita

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