viernes, 13 de noviembre de 2009

Taifú (Tifón)

Estaba muy tranquilo, haciendo "vayan ustedes a saber que cosas" cuando empezaron esas palabras que no deberían aparecer, aquellas que cuando recuerdo momentos como los que describí en "Fulbito", vienen a instalarse cerca de mis pocos pelos: "limados", "mal de la cabeza", "estropeados" y demás.

Por qué?
Les cuento.

Nuestra vida transcurría con la normalidad habitual de Okinawa, haciendo justamente lo que no hace cualquiera en ese sitio: entrenamiento a doble turno bajo la tutela técnica de un maestro 10º Dan, regado de bonsais de mas de 100 años de antigüedad (cuyo valor supera las decenas de miles de dólares, y no exagero), almuerzos con gente del "Rotary Club" de Naha, vida en un departamento prestado por el cual pagábamos por un mes lo que cualquiera paga por día para alojarse en Naha, hasta que un día nos mencionaron que se venía un "taifú".
Pleno verano, época de tifones en Okinawa.

Automáticamente recordé mi primer experiencia del año "99" cuando sensei Arakaki mi pidió que guardara las decenas de bonsais con el fin de protegerlos del temporal que se venía.
Un día domingo, hacía 10 años, terminado mi trabajo con los pequeños arbolitos, avisé que me iba a caminar. Recuerdo que sensei me miró con cara, como diciendo "no es muy recomendable, mirá que viene un tifón", pero como yo vivía en Ushuaia (y sigo viviendo), casi no sabía lo que era un tifón.

Cuestión que salí a caminar y se largó la tormentita. Cuando vi que la cantidad de agua que caía era suficiente para llenar un par de piscinas por minuto, me compré un paraguas que duró poco, ya que, como se veía que el "acto del agua en cantidad" no me sorprendía, vino en "vientito fuertecito e intenso", al rato el paraguas no sirvió ni para jugar a Mary Poppins.
Busqué refugio en Kokusai dori y Heiwa dori hasta que la situación climatologica aflojó un poquito.
La foto cuando regresé al dojo: si me hubiera caído al agua, seguro que no me hubiese mojado tanto como ese día.

Regresando al presente de este viaje año 2009, ya estábamos enterados del tifón.

Día de calor (qué raro, no?) y ante la falta de actividad después de entrenar, íbamos camino a la playa, el "vientito" provocaba que los árboles se movieran "bastante mas de los normal", estimo que alguno de nosotros, arusenchines no acostumbrados a los tifones, debe haber pensado "no es muy prudente ir a la playa un día de tifón", pero si alguno lo pensó, no lo manifestó.

Llegamos a nuestra playa de cabecera, Naminoué, y enfilamos para el agua, que parecía el sitio más seguro, ya que la arena molestaba un poco a raíz del viento...y hablando de viento.
Al parecer cuando llegamos solo sentimos al "hijito del viento", porque el viento verdadero apareció al rato y nos obligó a sumergir las cabezas en el agua porque la arena castigaba de lo lindo! parecía que nos estaban atacando con piedras extremadamente finas (llamadas "arena" en lengua nativa).
La ropa, que habíamos dejado enroscada en los mangrullos del guardavidas, luchaba por mantenerse ahi y no salir volando al "infinito y más allá".

No pasó demasiado tiempo hasta que nos dimos cuenta, que no era muy seguro estar en agua chapoteando (éramos los únicos) un día de tifón.
Se imaginarán como terminó la historia, de nuevo camino a casa, sabiendo que "no es muy prudente ir a la playa un día de tifón".

Me permito agregar que el tifón pasó cerca (menos mal!) y no castigó tanto a la ciudad de Naha, así que pudo ser peor!

Pero también tengan en cuenta que todo el grupo, estaba formado por practicantes de Karate Do Shorinryu Kodokan.
Esta escuela de Karate Do, que organizó el primer Torneo Argentino en Ushuaia en 2001, al que asistieron cerca de 120 personas desde Buenos Aires y alrededores, cargando cada persona una plancha de goma eva, para las áreas de competición, ese mismo fin de semana que al día siguiente del Torneo tiraron las torres gemelas, y sobrevivimos...
aparte el torneo fue uno de los mejores que se organizó en la Kodokan.
Cuando organizamos el segundo torneo en 2005, suspendieron al Gobernador de esta bendita provincia y, en medio de estados de sitio, y amenazas de estallido social, decían que venía gente desde Río Grande a tomar el albergue municipal (donde dormían parte de los competidores que asistieron a ese otro torneo) en fin, esta escuela de Karate Do que represento por estas latitudes
, no se achica ante la frase "no es prudente" y eso que solo di ejemplos locales, ni siquiera nacionales.

Bueno, debo despedirme, pero déjenme informarles por si no lo saben, que hay cosas mas entretenidas (¿?) y menos riesgosas que ir a una playa un día de tifón...
aunque yo no se cuales son, así que pregúntenle a otro.

1 comentario:

  1. Tengo los abdominales mas contracturados que despues de una serie de 1000, de tanto reirme!!!!
    Siempre tu humor pseudo negro para contar las cosas :-)
    Sempai, kokoro y al agua con tifon o tiburon!!!

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